Estos últimos años han sido difíciles para mí. Me di cuenta de que tengo trastorno de estrés postraumático (TEPT) y aunque he atravesado muchas cosas desde entonces, es una lucha cada día.
El TEPT ha cambiado mi vida por completo. Cuando me topo con algo desafiante o estresante, siento que me paralizo; temerosa y confundida. Por desgracia, hay momentos en los que el pasado revisa y me siento como si estuviera de nuevo en la situación original, lleno de pánico e incertidumbre.
He aprendido a manejar los episodios manteniendo calma al hablarme en voz alta a mí misma. Escuchar voces tranquilas dentro de mi mente ayuda a contenerme mejor y recordar que lo pasado ya no tiene impacto sobre mi vida presente.
He comprendido el valor del ser auténticamente yo mism@ y reconocer cuando necesito detenerme para respirar profundamente durante un tiempo alejándome de situaciones tensas o preocupantes.
A través de mi experiencia con el TEPT, he encontrado fortaleza y la motivación suficientes para generar optimismo ante las circunstancias adversas.