Siempre me ha fascinado cómo nuestras experiencias pasadas pueden moldear nuestras vidas de maneras que a veces no entendemos del todo. Recuerdo un momento específico, algo que no solo se quedó grabado en mi memoria, sino que también dejó una huella más profunda: el día en que empecé a reconocer lo que significaba vivir con trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Las cosas no siempre fueron así. Durante años, pensé que simplemente era una persona sensible, alguien que llevaba una carga emocional mayor que la mayoría. Pero con el tiempo, empecé a darme cuenta de que esos momentos de ansiedad abrumadora, de revivir recuerdos, y esa sensación constante de alerta no eran solo parte de mi personalidad. En realidad, eran síntomas de algo más grande.
Al principio, fue frustrante. Me sentía perdido y, para ser honesto, un poco avergonzado. ¿Por qué no podía simplemente dejar atrás lo que había pasado? Me hice muchas preguntas, y algunas noches, esas preguntas se convertían en pensamientos que me mantenían despierto. Pero con el tiempo y un poco de ayuda, he empezado a ver las cosas de manera diferente. Aprendí que el TEPT no define quién soy, sino que es solo una parte de mi historia.
Una de las cosas más liberadoras fue encontrar un espacio donde pudiera hablar abiertamente sobre mis experiencias. Hice terapia, y aunque al principio sentía un poco de resistencia, me di cuenta de que compartir mis historias y escuchar a otros fue un verdadero punto de inflexión. Es impresionante cómo, a veces, solo necesitamos un lugar seguro para abrirnos y ser nosotros mismos.
Me he dado cuenta de que el proceso de sanación es una montaña rusa. Hay días buenos y otros que son bastante complicados. Pero en cada uno de esos días, trato de ser amable conmigo mismo. ¿Quién dice que tiene que haber un camino claro hacia la recuperación? Cada paso que doy, ya sea grande o pequeño, cuenta.
Estoy aquí, compartiendo esto no solo para contar mi historia, sino también para invitar a la conversación. ¿Alguien más ha tenido experiencias similares? ¿Cómo han lidiado con su propio proceso de sanación? Me encantaría escuchar sus perspectivas y quizás encontrar un poco de apoyo mutuo en este viaje. La vida puede ser complicada, pero, juntos, podemos encontrar maneras de navegar a través de las tormentas.